Galeria Estrany de la Mota / Arte contemporaneo
Como en casi todo y a casi todos, cualquier objeto, cualquier situación, cualquier persona..., miradas desde diferentes prismas, nos presentan algunos aspectos que nos gustan más que otros. Y esto es lo que me ha pasado a mi las dos ocasiones en las que he visitado la galería Estrany de la Mota. Una galería regentada por la pareja formada por Toni Estrany y Angeles de la Mota, y situada en el Pasaje Mercader 18 de Barcelona.
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Blak Tulip/ Nou origen |
La primera vez que tuve ocasión de asistir se exhibía la obra de un artista,
Martí Anson, recientemente incorporado a la plantilla de artistas representados y promocionados por esta galería. La segunda, tenia el objetivo de incorporar el tema de la conservación y restauración al arte contemporáneo. En esta segunda visita se exponía la obra de un colectivo de artistas bajo el nombre de
Black Tulip.
En estas dos visitas programadas desde el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, tuvimos la oportunidad de escuchar por una parte a Tony Estrany, gerente y director de la galería, a Marti Anson, artista, y a Gloria Pou, codirectora de la galería.
A partir de aquí intentare hacer algunas reflexiones que se podrán considerar aberrantes y fruto de cierta ignorancia. Pero éste es el punto donde me encuentro en este momento y desde el que puedo opinar. Eso si, aunque el punto de partida haya sido las exposiciones y el contacto con la Galería Estrany de la Mota, y el haber cursado la asignatura
Crítica de Arte, no quiero yo que mis reflexiones críticas se asocien exclusivamente a ella. Como he dicho al principio, todo depende del prisma desde el que se mira y, en este sentido, tengo que agradecer el contacto de espacios como éste y de personas que trabajan tan inmersas en el "mundo del arte".
Empezaré por los aspectos que me gustaron:
- La forma en que Toni Estrany se planteaba y vivía el mundo del arte. Como lo explicaba, lo disfrutaba y sufría. Como daba a conocer sus inquietudes y sus apuestas profesionales. Creo que había una relación de honestidad entre lo que hacia y lo que pensaba.
- También me gustó, en la segunda visita, la sinceridad con la que hablaba Gloria Pou en relación a como se mueve el mundo del arte.
La sinceridad es útil para establecer tus propios criterios. Mi mirada se establece a través de otro de los prismas. En este sentido, mi capacidad de análisis hace que me pregunte:
¿qué está pasando en el mundo del arte?, ¿todo es valido?.
A mi entender, una parte importante del mundo del arte se esta volviendo demasiado elitista. Parece un contrasentido que se critique el que la gente vaya cada vez menos a las galerías de arte y, por otra parte, se hagan tan exclusivas. ¿Cuanta gente entra en estos espacios con la idea simplemente de disfrutar del arte, de poder relacionarse o interactuar con la obra? Estos espacios dedicados a la exhibición se vuelven raros, expulsivos. Muchas veces entrar en una galería te hace sentir extraño, observado. Casi te puedes llegar a imaginar que están haciendo un experimento contigo. No hay nadie más en la sala. Por no haber, a veces ni siquiera hay ningún responsable visible de la galería al que preguntar por la obra o el artista. Te preguntas ¿por que me habré metido yo aquí? Eso si, luego, cuando sales, sientes la satisfacción de haber hecho esa tarde algo excepcional, no apto para todos los públicos. ¿Pero por que pasa esto? ¿A todo el mundo le pasa lo mismo? No, a todos no. Existen los expertos y los que comercian con el mundo del arte a los que parece que esto ya les va bien que sea así.
Es claro que las galerías ya no necesitan al visitante de a pie para existir. Les basta con tener una cartera de potenciales clientes exclusivos. Muchas de ellas, por su afán de exclusividad, parecen querer convertirse en propio objeto de arte. Podríamos poner un símil a través de una pregunta: ¿que es más importante o que tiene más valor la pintura o el marco? Depende. Justamente esto es lo que creo esta pasando con algunas galerías de arte. Entonces ¿porque ese doble discurso de que la gente no acude?. ¿Interesa realmente que el Ayuntamiento de Barcelona organice con pilones un recorrido artístico para dar a conocer estos diferentes espacios?
Este es un mundo donde todos se conocen, donde existe un cierto consenso y un poder grande de decisión sobre quien puede entrar o no, a formar parte él. Recordemos sino las palabras de Gloria Pou cuando nos decía que todo se mueve a través del conocimiento y reconocimiento que tienen unos de otros. Y conocerse significa también tener poder adquisitivo para presentarse a bienales o ferias de "reconocido prestigio". Y parece que hay quien vendería su alma al diablo por estar ahí.
Lo mismo ocurre con los artistas. La galería escoge, promociona... y yo añadiría, "esclaviza". El artista, por su parte, se deja esclavizar en aras a poder formar parte de ese mundo exclusivo. ¡Donde vas a parar!!! ¿Como voy a aceptar que una persona desconocida venga a enseñar su obra directamente a la galería de arte? (Y digo persona, porque según estas reglas, el que acude con su portafolios o su book aún no ha sido admitido en ese mundo y, por tanto, no puede ser investido con la palabra artista). A los nuevos artistas o artistas emergentes los van a buscar ellos. Ese es un nuevo mérito que se adjudican algunas galerías y espacios de arte contemporáneo.
La figura del artista también se desdibuja y si no es así, al menos, parece estar cobrando un nuevo sentido. No se si mejor o peor que antes, pero parece tener un nuevo sentido. Hoy en día el que quiere ser artista necesita asesores, un proyecto, indispensable es trabajar en equipo!… Se establecen pactos: yo te promociono, "te protejo" porque te tengo en la plantilla exclusiva de artistas de la galería; a cambio, exijo lealtad y una parte de los beneficios obtenidos con la obra. ¿No suena esto a un negocio tan denostado como la prostitución?.
Si esto esta bien o esta mal no lo se. Sólo se que a mi no me gusta el mundo del arte que me presentan. El arte debe ser algo más cercano a la gente. Nunca he tenido ni al mundo del arte, ni a los artistas idealizados. Me interesa la originalidad, la honestidad y el reconocimiento de un trabajo bien hecho. Un trabajo de artistas que saben y que interactuan con la sociedad en la que viven y sienten que forman parte de ella; parte de ella al mismo nivel y con el mismo valor que tantos otros ciudadanos. Una sociedad en la que en épocas de crisis necesita sentir que tanto la cultura como el arte están más cercanos de ella y no pululando en una nube de elitismo.
Pero además de estas reflexiones, en la visita a la galería se hablaron de otros temas, entre ellos, de la conservación y restauración de obras de arte contemporáneo. En este sentido adjunto dos enlaces: una entrevista realizada a la conservadora del Museo Guggenhein de Nueva York, al director del departamento de conservación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia y al conservador del Museo de Arte Moderno de Buenos aires. El segundo enlace hace referencia al nuevo enfoque que se esta dando a los estudios de Conservación y Restauración de Arte Contemporáneo, desde un lugar muy concreto, la Universidad Complutense de Madrid y el Museo y Centro de Arte al Reina Sofia. Los otros dos enlaces tienen que ver con el tema tratado hoy. Uno hace referencia a las galerías y es de Elena Vozmediano, y el otro, es la crítica de David G.Torres acerca de la exposición que hemos ido a ver a la galería Estrany de la Mota.