Tal como están las cosas a veces es difícil volver a pensar que el hombre, o al menos sus obras, pueden ser sublimes. Este es el caso de los dos ejemplos que se abordaran esta semana desde el Ojo del elefante.
Por una parte nuestra mirada se desplazará hasta el Louvre, para conocer cuales son las últimas noticias sobre el estado de restauración de la Victoria de Samotracia, por otra, viajaremos hasta Africa, concretamente a Malí, un país con una arquitectura, fascinante. Poco estudiada si nos situamos en el punto de vista etnocéntrico desde el que se suelen situar los estudios de arte occidentales. (Por no extendernos a otras materias).
La Victoria de Samotracia
La conocida escultura rodia de época helenística fue retirada el tres de septiembre del 2013 de su lugar habitual de exposición para ser restaurada.
Se prevé que los trabajos de restauración no estarán finalizados hasta el verano del 2014, cuando volverá a ser expuesta al público.
Además de la obra en si, también esta previsto restaurar las escaleras Daru, lugar donde se exhibe habitualmente la obra. La finalización de esta restauración esta prevista para algo más tarde. No será hasta el 2015 cuando se vuelva a contemplar todo el conjunto como solía verse hasta ahora.
Como explica el presidente-director del Museo del Louvre Jean-Luc Martinez, (véase el enlace), el proyecto es complejo tanto en lo que concierte al tema material como al financiero. El coste total de la restauración asciende a
cuatro millones de euros, de los cuales, tres han sido finaciados por
Nippon televisión Holdings, H.Marc de Lacharrière, (Fimalac) y
Bank of America Merrell Lynch Art Conservation Project. Para completar el millón restante, el museo a recurrido al sistema de
micromecenazgo. Hace un llamamiento a través de su página web a todas aquellas personas que quieran colaborar y formar parte de una restauración bajo el lema:
Tous Mécènes!. El plazo para colaborar esta abierto hasta el 31 de Diciembre del 2013. (En el momento de realizar la consulta que da pie a esta información, se había recaudado el 41% de la colaboración particular para alcanzar el millón necesario para completar la restauración).

Esta previsto:
- La limpieza de los diferentes mármoles que componen el conjunto.
- Revisión de los ensamblajes.
- La reintegración de algunos fragmentos que se encuentran en la reserva.
- La supresión del bloque de cemento que separa la estatua del barco ya que no es original.
- Un programa de análisis en el que participará el Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia para completar las informaciones sobre el estado del monumento.
- Las operaciones se realizaran bajo la mirada de una comisión compuesta por expertos internacionales.
En el mes de octubre se realizó la primera reunión de expertos para hacer un seguimiento de los pasos que se están llevando a cabo, para presentar los métodos de trabajo e iniciar los debates.
De momento, el C2RMF (Centre de Recherche et Restauration des Musée de France), esta realizando una serie de actuaciones con materiales como:
- Fotos de detalle.
- Videomicroscopio.
- Fotografias ultravioletas.
- Fotografias con infrarrojos.
- Radiografias con rayos X.
Algunos de estos trabajos se realizan por la noche, porque algunas de estas técnicas deben aplicarse con máxima oscuridad y cuando el museo esta vacío.
Para realizar todas estas intervenciones se ha habilitado una sala vecina,
Cheminées, que se ha adaptado como taller de restauración.
Hay que recordar que antes de esta hubo otras tres restauraciones: la primera en 1864. Sólo de la parte inferior del cuerpo. Entonces la estatua se exponía separada del barco en la Sala de las Caryatides; la segunda en 1880-1883 y la tercera en 1932-1934, en la que se añade el bloque de cemento que separa la estatua del barco y su exhibición se planteaba ya como una presentación museográfica impactante.
No cabe duda alguna de la importancia de la restauración que se esta llevando a cabo, no sólo en cuanto al valor artístico de la pieza, sino también por el valor simbólico que con los años ha ido adquiriendo. Su majestuosidad es una de las primeras cosas que impresionan al visitante a su llegada al Louvre. Su ubicación y puesta en escena han convertido a esta obra en uno de los símbolos del museo. Otro factor a tener en cuenta es la cantidad de medios técnicos y humanos de que dispone el museo, sin olvidar, la campaña puesta en marcha de micromecenazgo. En este sentido, seguro que ha sido bien estudiado como influir y hacer sentir al contribuyente particular como parte importante de la historia de la obra de arte, pero también la sugestión del hecho de aparecer a nivel de instituciones como las que posibilitaran y financiaran la mayor parte de la restauración.
Para finalizar, añado cuatro fotografías del año 1939, en la que con motivo del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se decidió tomar medidas preventivas de conservación para evitar que la escultura fuera dañada. La Victoria de Samotracia fue embalada y traslada a un lugar más seguro.
Restauración de la Victoria de Samotracia