miércoles, 9 de octubre de 2013

Reflexiones sobre Patrimonio Nacional y Patrimonio de Estado


Reflexiones sobre Patrimonio Nacional y Patrimonio de Estado

Me gustaría empezar el blog con dos artículos publicados por Elena Vozmediano, critica de arte, en el Cultural del Mundo. El primero se titula Patrimonio Nacional y Patrimonio de Estado, de19 de septiembre del 2013 a raíz de publicarse en el BOE las cuentas anuales del considerado Patrimonio Nacional.

El artículo reflexiona a cerca de varios aspectos del Patrimonio. En primer lugar y como la publicación va dirigida a un grupo amplio de lectores, Vozmediano empieza por diferenciar, a grandes rasgos, que es Patrimonio Histórico Público y Patrimonio de Estado.

A continuación reflexiona sobre la dificultad que supone para el “ciudadano de a pie” obtener datos estadísticos y numéricos del Inventario General de Bienes y Derechos del Estado. Los pasos que hay que dar y los requisitos solicitados para obtener dicha información están sujetos al albedrío de un organismo que valorara la conveniencia o no  de responder a dicha petición. En este sentido creo que podríamos plantearnos el siguiente símil: si el Estado somos “todos” y todos contribuimos al mantenimiento del Patrimonio, estamos ante una situación pareja a la que se daría si fuéramos a una entidad bancaria a solicitar información sobre una cuenta de la que somos cotitulares y se pudieran negar a ofrecerla.

Ante esa situación tan poco esclarecedora, el artículo añade nuevas reflexiones: las dificultades de coordinación entre los diferentes ministerios que pueden tener competencia a la hora de hacerse cargo de las donaciones, legados y herencias de las personas que carecen de herederos legales. En el caso de patrimonio histórico es el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quien tiene las competencias. Hoy por hoy, parece que se hace evidente la falta de transparencia y control en este sentido y, por tanto, tampoco seria de extrañar que algún día nos a enteráramos de la perdida o extravío de algunos de estos bienes.

Se cuestiona también el reparto del presupuesto asignado al Consejo da Administración del Patrimonio Nacional, un organismo con un componente más político que cultural y adscrito a la Presidencia del Gobierno. Aunque parezca mentira este Consejo también custodia y gestiona los bienes de titularidad estatal puestos al servicio de la “Familia Real” en sus funciones de representación. Unas partidas presupuestarias que engloban entre otras, recepciones, audiencias y credenciales de embajadores, gastos de mantenimiento de bienes asignados a uso exclusivo de la familia, (como hasta hace poco el yate Fortuna).

Existe aún “poca cultura” en la intención de destinar fondos para la conservación y divulgación del Patrimonio Público. Un Patrimonio al que se deberían aplicar políticas culturales tendentes a que los ciudadanos reconocieran y asumieran como bien común y propio estos bienes. Esto llevaría además añadido, creo, un valor adicional, el de una mayor protección y sensibilización por parte de todos. Pero esta claro, la formación y el conocimiento suelen llevar implícito un mayor cuestionamiento de los gestores públicos y esto es algo que no interesa realmente en este momento y en este país. Vivimos todavía bajo el influjo de un refrán tan conocido como: “A río revuelto, ganancia de pescadores”.

Patrimonio Nacional y Patrimonio del Estado / Y tú que lo veas
BOE 13/09/2013. Administración del Patrimonio Nacional


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